Le Partenaire

INFO


 

Pérez Rubio, Agustín. “Ironías del acontecimiento” (2002). Catálogo muestra “Buenos Aires by night”, Doque Barcelona.

JUEGO DE PODERES MISE EN SCÈNE 
Sobre  Le Partenaire de Hernán Marina.

 En gran parte de la cultura latina, existe una tradición bien arraigada en lo que a lo televisivo se refiere. Un espacio donde el drama más profundo se une a  historias miserables y a su vez glamorosas y sofisticadas, haciendo de este género algo propio identitario de las producciones latinoamericanas, que en varias ocasiones han conquistado los mercados extranjeros. Lejos de pretender simular un culebrón en cuanto a cuestiones de producción televisiva, pero si en cuanto a la narración capitulada de una bizarra historia llena de mezquindades y rencores, Hernán Marina nos presenta bajo el prisma del bel canto, su última producción: un falso documental televisivo, el primer trabajo en video de su trayectoria.

Si bien es cierto que existe una gran carga dramática en este video, junto a un acercamiento a cuestiones de carácter contextual sobre la política,  la sociedad y la propia identidad, todas ellas estaban en trabajos anteriores del autor, aunque de una manera más velada.  Recordemos algunos de sus importantes proyectos como Buenos Aires by night,  instalaciones como  Men´s Health,  o El Coloso  y todos sus proyectos sobre gimnastas, la cultura corporativa, etc...

Le Partenaie tiene ya un acierto en cuanto al propio formato sobre el que Marina ha trabajado: un falso documental derivado del mundo de los grandes reportajes culturales para televisión, donde un narrador en francés nos va a  introducir en los acontecimientos y situaciones que este “culebrón-chic” del bel canto.  En esa noche especial del 19 de diciembre de  1958, la gran Maria Callas, ya siendo una estrella debuta por primera vez en Paris.

Apropiándose de un hecho real e histórico y de las grabaciones y material de archivo que sobre ello existen, Marina hace una reconstrucción de los hechos para presentarnos una serie de vicisitudes que le van a acontecer al singular protagonista de esta obra, que no va a ser ni la Callas, ni los grandes compositores- Bellini, Verdi, Puccini-, niNorma, Il Trovatore o Tosca, aunque de todo ello se hable extensamente en el documental.  El protagonista será finalmente su partenaire en esa noche, un tal Théophile Hiroux, interpretado por el propio Marina.

Este Hiroux a quien representa el artista es una mezcla entre lo real y lo ficticio. Varios de los datos que se dan son del propio abuelo del autor, junto a imágenes de Marina, donde se cuenta quien ha sido este extraño e inexistente personaje. Lo más interesante es comprobar cómo el público se va adentrando en la biografía del partenaire y va viviendo con él importantes episodios de la cultura y de la política mundiales y más especialmente de Argentina y del Buenos Aires cultural, en el que lo real se mezcla con unas gotas de ironía en cuanto a los acontecimientos ocurridos por estas tierras a lo largo del siglo XX hasta la noche en cuestión.

El espectador  queda atrapado en la pantalla, en cuanto le hace destacado testigo y participe de los terribles acontecimientos que le ocurren al gran Hiroux, quien tras ser realmente el partenaire en varias ocasiones de la Gran Diva, y obteniendo el reconocimiento del publico, no es llamado al final.  Desconsolado tras la actitud de la Callas por los celos y envidias, irrumpe en escena  cantando “E lucevan le stelle”.

El final de la pieza nos da la verdadera clave del video, donde el artista solo se enfrenta al público, tras el rechazo de sus compañeros, asumiendo las dificultades de haber llegado al lugar donde se encuentra. Una situación que en muchas ocasiones se da no solo en este bel canto, o entre actores, sino también en las difíciles relaciones del mundo del arte, donde el éxito y el prestigio forman una coraza infranqueable donde no queda espacio para la amistad, el compañerismo o el amor, y en otras ocasiones es todo lo contrario, es el único medio o vehiculo para ello, como en el caso de la realización de esta obra con multitud de colaboraciones: fotógrafos, documentalistas, post-productores, cámaras, profesores de canto, maquilladores, iluminadores, etc… donde Marina es en primera persona uno más, un Hiroux más en este complicado entramado culebrón del arte contemporáneo.

No nos importa saber o atestiguar de donde viene la idea de este proyecto, si es quizás una fatídica experiencia del artista con otra “Gran Diva”, o si surgió con la idea de la alteridad de uno mismo, o si era su parte pseudobiografica.  La cuestión es comprobar cómo Le Partenaire y la gran diva somos siempre uno y otro de nosotros mismos. Pues al fin y al cabo Hiroux se convierte realmente en el protagonista de la noche, y saliéndose de la norma, llega a ser tan importante o más que la Gran Diva. En definitiva, una mise en scène, donde todos nos queremos ver representados… 

Agustin Pérez Rubio

 Agustín Pérez Rubio (Valencia, 1972) es historiador de arte, crítico y comisario de exposiciones.  Actualmente se desempeña como curador jefe del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León)

 
 

 

Ureña, Jurgen: “Del bel canto y la bella duda”. La Nación, San José de Costa Rica, Noviembre 2008

Del ‘bel canto’ y la bella duda

Ficciones El videoarte del argentino Hernán Marina lo sube al escenario con María Callas

Se comenta, sin demasiadas certezas, que el coreano Nam June Paik obtuvo la primera cámara portátil de SONY en noviembre de 1965, y se convirtió así en el primer videoartista de la historia.
Pesan muchas dudas sobre esta anécdota, y sin embargo, ¿qué mejor sentimiento para referirse al videoarte que la duda? ¿Qué es el videoarte? ¿Es ficción o documental? ¿Quién lo sabe?
Le partenaire , videoarte del argentino Hernán Marina, nos devuelve el brillo intenso de María Callas, las notas inspiradas del bel canto y, por supuesto, la bella duda. ¿No se parece elpartenaire de la diva a Hernán Marina? ¿Es esta la grabación de un duelo operístico inusual, la intervención ingeniosa del histórico registro o una broma del arte contemporáneo?
Para ensayar respuestas y deslumbrarse entre dudas, solo es necesario visitar la Fundación Teorética, antes del próximo 3 de noviembre.

¿Qué es el videoarte para Hernán Marina?
Yo lo veo como un territorio de confluencia de géneros. En principio se trataba de experimentar con las posibilidades de la cámara y del medio, pero una vez superado ese estadio inicial, se ha ramificado en obras relacionadas con lo cinematográfico o lo narrativo, con lo performático y lo televisivo. Estas distintas vertientes hacen del videoarte algo interesante y a la vez carente de especificidad.

¿Cómo surge Le Partenaire?
Yo venía haciendo trabajos formalmente muy distintos de este, aunque creo que conceptualmente no diferían demasiado, y quería experimentar algún tipo de obra que incluyera lo audiovisual y lo performático. Entonces comencé a trabajar sobre un material que me gustaba mucho: el concierto de María Callas en la Ópera de París, en el año 58. Así surgió este personaje ficticio, Théophile Hiroux, que es además el nombre de mi abuelo materno. Esta idea, de ponerme a mí en escena, me permitió mezclar elementos biográficos o identitarios en la ficción.

¿Qué vínculos existen entre Le Partenaire y tu obra precedente?
En mi trabajo es recurrente la apropiación de material mediático: antes usaba losclip art de computación o las infografías de prensa; aquí utilizo el material televisivo de un concierto lírico. Por otra parte, mi trabajo siempre tuvo que ver un poco con lo corporal y aquí el cuerpo está muy presente, desde que actúo y canto.
“Hay una pregunta permanente en mi obra en torno a la identidad, que aquí está vinculada con lo biográfico, con la historia personal y la de mi familia. Otras constantes son el salto al vacío del personaje cuando sale a cantar y cierra el concierto de una figura consagrada, o la presencia de la tragedia y de cierta idea de la muerte”.

¿Y el proceso de entrenarte e incluirte como cantante?
Eso fue meterme en un mundo que me era bastante ajeno hasta hace poco. Estuve estudiando alrededor de un año y fui adquiriendo conocimiento de la lírica, de su disciplina, sus códigos y su tradición. En principio me interesaba cómo el canto puede tocar aspectos emocionales de manera muy directa, pero creo que la idea surgió también del replanteamiento de mi propio trabajo.
“Cuando el artista logra cierto nivel de aceptación en su obra tiende a quedarse haciendo lo que el mercado o el coleccionismo esperan de él. Creo que si el artista pierde su lugar de juego, si no se divierte con lo que hace, se pierde a sí mismo”.

La importancia del juego se evidencia también en la relación imaginaria, al lado de María Callas.
Claro. La idea de ponerle voz al personaje era algo así como el intento de convertir en realidad esa utopía absurda. Era un lujo y era también el juego de ser otro, esa disposición del actor de ser alguien distinto. Después, algunos espectadores se preguntaron si la historia era real, muchos creían que el personaje había existido y algunos incluso decían que tenían sus discos en la casa.

El juego creativo permite también la “puesta en crisis” del documental.
Me interesaba partir de un género mediático relevante, tomar signos y símbolos que andan dando vueltas en la cultura visual o audiovisual, barajarlos y conseguir un giro. Esta posibilidad del arte contemporáneo me parece muy atractiva, así como la aplicación de medios digitales como los utilizados en la postproducción deLe Partenaire .
“El artista contemporáneo es una especie de pensador visual. ¿Por qué estos materiales deberían estar solamente disponibles para el editor de radio, televisión y cine? A diferencia de un diseñador, el artista contemporáneo no tiene que crear una obra funcional, sino que puede asumir una búsqueda distinta a la de la televisión o la publicidad, desde un lugar subjetivo, acorde a su realidad y contexto”.

Curiosamente el efecto especial y la estructura dramática de Le Partenaire, heredados del cine y la televisión, lo apartan de los territorios frecuentados por el videoarte.
A mí el videoarte que más me interesa es el que se acerca a lo cinematográfico, donde hay una narrativa aunque sea breve. El videoarte sin una historia que conmueva o el videoarte de ambientación no me interesan.

¿Cuánto tiempo de elaboración tomó Le Partenaire?
Desde que estuvo listo elstory board tomó poco más de tres meses, muy intensos, con una dedicación a tiempo completo. Trabajamos con un equipo que incluyó director de fotografía, directores de cámara, productores, vestuarista, entrenador y director actoral; luego hubo muchísimo trabajo de edición y posproducción. Creo que al final todo esto se ve y le da una cualidad diferencial a la obra.

El trabajo con gran cantidad de especialistas era también importante en una pieza escultórica tuya, titulada oportunamente Coloso.
Esto me parece una de las cosas más interesantes en el oficio del artista contemporáneo: el gran aprendizaje que se consigue en cada proyecto; es enriquecedor en lo técnico y en lo personal. En el caso delColoso , se trataba de una intervención en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Debí aprender de ingeniería, de materiales constructivos y de temas arquitectónicos.
“Cada artista tiene una idea parcial en la cabeza, y al llevarla al plano de lo físico, con la colaboración de un grupo de trabajo, se enriquece de estas diversas miradas del mundo: se completa como persona. Yo disfruto mucho más de esto que de mi trabajo como artista solitario en el taller”.

Le Partenaire es tu primer videoarte. ¿Fue suficiente el extenuante proceso o viene algún otro coloso en camino?
Pienso seguir. Es cierto, fue un proceso extenuante pero también muy valioso. Esto de tener una idea, llevarla adelante, involucrar a otras personas que aportan su conocimiento y entusiasmo e interpretar todo esto con tu cuerpo, produce una sensación de tanto gozo que te impulsa a seguir con otros proyectos.
“ Las ideas que me surgen ahora las pienso en términos de hibridación, de vínculos entre lo performático, el canto y el teatro. Me parece que todo esto le da unplus a lo visual, y me gustaría seguir trabajando en esta línea”.

Jurgen Ureña


Martínez Quijano, Ana: “Con nuevas tecnologías, el arte interviene el pasado”. Ambito Financiero, Buenos Aires. Febrero 2007

Con nuevas tecnologías, el arte interviene el pasado


Con un impecable trabajo de postproducción y montaje, en «Le Partenaire», Hernán Marina no sólo toma el lugar del tenor que acompañaba a María Callas, sino que va robándole protagonismo hasta que la diva sale airadamente de la escena.


Desde la antigüedad, la mejor fuente de inspiración para los artistas ha sido siempre el arte, fenómeno que en la actualidad se acentúa con el aporte de las nuevas tecnologías, que amplían hasta el infinito la posibilidad de servirse del pasado. El artista Hernán Marina explora el material inagotable que provee el mundo cibernético y en su última obra, el video «Le Partenaire», que la semana pasada presentó en la feria madrileña ARCO, lo utiliza sin prejuicios como si fuera suyo.


La producción de Marina, hasta ayer centrada en la escultura, se desplaza libremente hacia la música y así se adueña de una historia que comienza en París en el año 1958, con el debut de María Callas en el Palais Garnier donde canta «Norma».


Realidad y ficción, verdades y mentiras se confabulan para incluir un cantante lírico, un partenaire de la Callas que resulta ser un personaje apócrifo interpretado por el propio Marina, que suplanta la imagen del tenor y utiliza la voz de los cantantes originales. Es decir, apropiándose de un material de aquella época emitido por TV en directo a toda Europa, y a través de un impecable trabajo de postproducción y excelentes montajes, nuestro artista se incluye a sí mismo en el papel estelar del tenor. Pero se trata de un tenor nacido en nuestras Pampas, que se inserta en la magia del teatro, participa con sus gestos del divismo de la ópera y además, se da el gusto de codearse y regodearse con la voz y el encanto inefable de Callas.

El resultado de esta simulación, que incluye imágenes de la diva en Buenos Aires, más un encuentro fraguado del partenaire con Perón, Evita Gardel, es, por supuesto, hilarante.

En la historia, el partenaire (Marina) va cobrando cada vez mayor protagonismo, hasta que luego de cantar «Tosca» con la Callas y ganarse la mayor ovación, se niega a saludar al público junto a la diva, que se retira del escenario contrariada. La obra culmina con la aparición del partenaire triunfante, que calma el frenesí de los aplausos y canta un aria fuera del programa original. La gracia, la contemporaneidad de la obra, está lograda en este final. Marina no sólo interpreta sino que además canta (y esto se advierte de inmediato, porque su voz no es la del gran Di Stefano) el aria «E lucevan le stelle».

Para realizar este video, el artista se fue acercando al mundo de la ópera y lo indagó en profundidad. «Estudié canto un año y medio con la idea fija de cantar», dice. «También hice un curso en el Instituto Superior de Arte del Colón sobre interpretación actoral para cantantes. Ese era un mundo prácticamente desconocido para mí, una impresionante escuela como la de la película 'Fama', pero dedicada a la lírica», Consultado sobre qué lo atrae de la ópera, observa que el género recupera la tradición de la tragedia griega y que el tema heroico ya estaba planteado en ese monumental trabajo que evocaba el Coloso de Rodas y que se expuso en el Malba.

Marina comparte el cartel con las voces sublimes de la ópera, pero además, con Mini Zuccheri, la autora del vestuario, Horacio Pigozzi que realizó la dirección escénica, Nushi Muntaabski a cargo del maquillaje, Jack Batho (consejerode la Embajada de Francia) de la locución, y Lila Lisenberg del engorroso trabajo de postproducción (insertarlo a él en el material filmado y que parezca que está en la década del '50 con Callas).
 
Para quienes poseen un criterio tradicional e historicista del arte, el contrabando de escenas, voces e imágenes es un verdadero pecado. Para otros, quienes opinan que el arte no debe quedar inerte en los museos, que puede y debe servir para establecer nuevas relaciones con el mundo, la obra del artista viene para colocar a María Callas en la vida real, aunque sea de un modo subversivo. En esta nueva vertiente del arte y también con el aporte tecnológico y un saludable humor, trabajan artistas como el argentino Miguel Rothschilds, que creó una fotonovela donde se presenta como un pariente de los ricos banqueros que llevan su mismo apellido, o el uruguayo Martín Sastre, que realizó un video con el estilo de Hollywood donde él es un « genio» del arte que logra hacer fortuna.

Pero mientras el melodrama de Rothschilds (que llega a casarse con una poderosa heredera para terminar como un pintor callejero) o la saga glamorosa de Sastre, son infiltraciones y apropiaciones de situaciones ajenas que en cierto modo articulan una crítica al sistema en el cual se insertan, «Le Partenaire» es un claro homenaje a una heroína del canto, y su sentido es traerla de nuevo a la vida. 

Tal vez sea por esta pasión que conlleva su inevitable costado patético, que hoy «Le Partenaire» es apreciado en el Project Room de ARCO, donde Marina, representado por una galería de Holanda, ha logrado atrapar durante los 30 minutos que dura el video la atención de críticos y espectadores.

Ana Martínez Quijano


Pérez-Ratton, Virginia: “Le Partenaire” (2008)

“Le Partenaire”, primer video de Hernán Marina, fue presentado en febrero de este año en el segmento “Espacio de Proyectos” de la feria ARCO 2007 en Marid en la galería Mirta Demare de Rotterdam  En esta obra, que se destacaba entro de al selección audiovisual de la feria, el artista construye una ficción ligada de alguna forma con la propia vida de su familia, a partir de un material de archivo de la primera presentación de Maria Callas en la Opera de París, con motivo de la Gala de la Legión de Honor en diciembre de 1958, evento que fue su primer concierto grabado para la televisión.    A través de la invención de una situación inesperada, el artista no sólo altera la realidad del documento, sino que inserta a su público en esa ficción, en la que participa y difruta y al mismo tiempo, toma conciencia de las actuales posibilidades técnicas de manipulación de material documental, de los cambios que pueden surgir en la interpretación o del simple relato de la historia reciente, y de las implicaciones que esto puede significar a nivel político.
Pero por el momento, lo que Hernán Marina presenta nos ofrece el placer de escuchar a la Divina, que acaba de cumplir 30 años de fallecida, magnetizados por su mirada penetrante, agresiva, de percibir las tensiones escénicas, y en complicidad con Hernán Marina, de participar de esta recreación de una noche e gala, imaginada a partir de lo que fue la realidad.  ¿O no?

 

Virginia Pérez-Ratton
Setiembre 2007